domingo, 1 de octubre de 2017

Carta 10 años después

Hola:

Confieso que estoy inquieto, me debato entre no hacer nada y esperar a que el destino juegue sus cartas o ensuciarme las manos y construirlo.

Reconozco que entre las opciones prefiero la segunda y esto implica constituirme en un nuevo factor en tu ya intrincado proceso.

Entiendes por qué dudo?

Al final quisiera que me asumas como una certeza y no como un problema, para que si las cosas no se solucionan, en mi encuentres un puerto seguro a dónde regresar.

Sabes que te adoro, que el reloj ha dado demasiadas vueltas y que lamento cada día en que no has estado aquí.


Guido

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