miércoles, 15 de agosto de 2012
CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE ELECTO
Distinguido Lic. Danilo Medina:
Sirva la presente para felicitarle a usted y al pueblo dominicano por su triunfo en las elecciones recientemente transcurridas.
Sabemos de primera fuente que los pueblos tienen los presidentes que se merecen, por lo que ahora a usted le toca merecerse ese apoyo dado en masa por más de la mitad de los dominicanos.
Antes de seguir debo resaltar que no voté por usted y que el motivo de estas líneas solo busca llevar una reflexión a todo aquel que las lea, lo cual se me hace imperativo ahora que aun no ha tomado posesión y las mieles del poder no han hecho sus efectos sobre usted.
Yo como muchos estoy cansado de palpar día a día los desmanes y abusos que realizan los funcionarios del estado con cargo al erario público.
Cansado licitaciones masivas y amañadas que solo unos cuantos señalados por el dedo mágico de los jefes de cartera han de ganar.
Cansado del despilfarro injustificado en jeepetas, aviones rentados, tickets de primera clase, almuerzos de lujo, salarios astronómicos, gastos de representación, trajes a la medida y toda suerte de artículos de lujo adquiridos por quienes tienen el deber de administrar el estado.
Cansado de que se viva bajo la égida del sofisma de que este país es un Nueva York chiquito, “Caramba, caramba, helo ahí, lo estamos logrando” para citar a su predecesor.
Cansado de las desigualdades de esta sociedad y de la indiferencia con la cual aquellos sobre quienes hemos depositado un mandato para funcionar a favor de nosotros han actuado.
Cansado de que a nosotros los dominicanos nos cueste cada vez mas vivir.
Cansado del deterioro de la educación, la salud y sobre todo de la seguridad ciudadana.
Usted acogió como vocación servir al pueblo a través de la función pública, pues le llegó el momento.
¡Por favor! Gánese un lugar en la historia como el presidente decente que durante la campaña dijo que sería, bríndele al pueblo una percepción de limpieza auditando las cuentas de los últimos gobiernos, persiga sin mirar banderas políticas a todos aquellos que abusando de su investidura cometieron actos dolosos en contra del erario, haciendo que el endeudamiento creciera hasta los niveles de hoy.
¡Por favor! Señor presidente, este país pide a gritos un paradigma que sirva de ejemplo a seguir ante el estado de deterioro que como sociedad estamos viviendo, transfórmese en él y devuélvanos la esperanza que las pasadas administraciones nos han robado.
Este es su momento, aprovéchelo haciendo crecer su estatura hasta el nivel de pro-hombre salvador, cumplidor de promesas, honesto e identificado con aquellos que realmente lo necesitan.
No permita que esta oportunidad se le pase de las manos, pues como ha visto, el resultado de una omisión como esta en el futuro además de negarle un lugar en la historia, lo perseguirá para pasarle factura.
Se que no es fácil lograr lo que pedimos, usted pidió la oportunidad, el pueblo se la dio, no nos defraude.
Guido Gil Buonpensiere
21 de mayo del 2012
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